Your browser doesn't support javascript.
loading
Show: 20 | 50 | 100
Results 1 - 1 de 1
Filter
Add filters








Language
Year range
1.
Med. interna Méx ; 35(1): 165-170, ene.-feb. 2019. graf
Article in Spanish | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1056724

ABSTRACT

Resumen La esperanza de vida de las personas ha aumentado en los últimos años, como resultado, la prevalencia de octagenarios y nonagenarios con el diagnóstico de síndrome coronario agudo tipo infarto con elevación del segmento ST ha aumentado. La evidencia respecto al tratamiento con intervención coronaria percutánea (ICP) primaria en estos pacientes es poca y su prescripción es controvertida. Muchos estudios retrospectivos evaluaron el tratamiento con ICP primaria en adultos octogenarios, concluyendo que una ICP primaria exitosa puede reducir la mortalidad a corto y largo plazos. Con base en la evidencia actual, la decisión de realizar una ICP primaria a un paciente nonagenario no debe basarse solamente en la edad, debe evaluarse el beneficio de cada paciente de manera individual, asesorar si es apto a la revascularización y deben tomarse en cuenta las posibles complicaciones que pueden ocurrir durante y después del procedimiento. En este artículo se comunica el caso clínico de una paciente de 93 años de edad, que tuvo síndrome coronario agudo de tipo infarto con elevación del segmento ST, a quien se realizó intervención coronaria percutánea de manera exitosa.


Abstract The life expectancy of people has increased in the last years, as a result, the prevalence of octogenarians with the diagnosis of acute myocardial infarction with ST-segment elevation (STEMI) has augmented. The evidence about the treatment with primary percutaneous coronary intervention (PCI) in this group of patients is limited and its prescription is controversial. Many retrospective assays have studied primary PCI in octogenarians with STEMI, and conclude that successful primary PCI can result in a reduction of early and long-term mortality. Taking into account the current evidence, the decision to perform primary PCI in the elderly should not be based on chronological age alone, but rather on each patient's benefit and eligibility for revascularization, we should consider the possible complications during and after the procedure. This article reports a clinical case of a female patient of 93 years old, that presented with acute myocardial infarction with ST-segment elevation, in which primary percutaneous intervention was performed successfully.

SELECTION OF CITATIONS
SEARCH DETAIL